La piel luminosa, vitalizada y resplandeciente no es sólo el resultado de unos cuidados cosméticos adecuados. La piel es el espejo del estado general de nuestro cuerpo. En ocasiones mostramos una piel apagada y sin luminosidad, en nuestro día a día, por diferentes causas que hacen que esta se muestre sin vida, opaca.
Muchas veces no nos damos cuenta que hay una serie de factores que influyen directamente en este estado de la piel, el estrés, el ajetreado ritmo de vida, la falta de sueño, una dieta pobre o los efectos del tabaco que hacen que la piel se vea pagada y sin brillo, por supuesto que una buena hidratación y nutrición con un buen producto nos ayudarán, pero hay que tener en cuenta todos estos factores.